¿Si corro necesito consultar a un podólogo?
Si corres de forma habitual habrás podido constar que tus pies son la zona del cuerpo más expuesta a los impactos y a las solicitaciones biomecánicas. Para practicar esta actividad no estás obligado a consultar un podólogo deportivo, pero este puede ayudarte a prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento.
¿Cuándo se debe acudir a un podólogo deportivo?
- Cuando necesitas cuidar tus pies y prepararlos para un esfuerzo considerable, como participar en un maratón.
- Para realizar un análisis de las zapatillas que utilizas y recibir asesoramiento sobre el calzado más adecuado para tus necesidades.
- Para evaluar tu historial de lesiones y establecer un plan de acción personalizado.
- Para realizar un estudio biomecánico y postural (estudio de la pisada)
- Para recibir cuidado especializado de las uñas y prevenir problemas comunes como las lesiones ungueales, especialmente frecuentes en corredores.
¿Cómo puede ayudarte un podólogo en caso de lesión?
Una de las causas de una lesión puede ser un exceso de entrenamiento, un gesto repetido en condiciones diferentes y que pone a prueba el sistema osteoarticular y muscular. En este caso será necesario llevar a cabo un estudio de tus gestos y pisada.
Otra causa puede ser la utilización de una equipación inadaptada, por lo que hacer un balance de las zapatillas que utilizas es imprescindible.
Un problema biomecánico también puede estar al origen de una lesión. Para determinarlo, el podólogo analizará de forma estática o dinámica la forma en la que apoyas el pie y tu pisada. El análisis que este haga de los puntos de presión, ya sea en observación directa o mediante un vídeo, le ayudarán a determinar tus necesidades.
Un corredor puede tener lesiones relacionadas con su vida cotidiana (trabajo) y no necesariamente provocadas por el running. En ese caso podrá recomendarte unas plantillas ortopédicas para tu día a día.
Como ya hemos evocado anteriormente, una tendinitis o una inflamación en el tendón de Aquiles pueden estar ocasionados por la utilización de una zapatilla running no adaptada a tus necesidades o por un desequilibrio muscular, por ejemplo. Es probable que además de un podólogo necesites consultar a un fisioterapeuta. Un osteópata, por su parte, puede ayudar a aliviar una contractura en las articulaciones del pie, lo cual ocurre con bastante frecuencia a los corredores de trail running tras una torcedura del tobillo o un esguince.
Una tendinitis puede solucionarse llevando una plantilla. En ocasiones, solo hay que llevarla algunos meses hasta que tu cuerpo ya no las necesite.
¿El consejo de un vendedor especializado puede sustituir la visita al podólogo?
Un vendedor experimentado podrá aconsejarte en función de tus características e incluso podrá decirte si la zapatilla que usas no es suficiente y te aconsejará ir al podólogo. Un buen vendedor te escuchará y conocerá los límites de los productos que propone.
No tengas miedo de ir a ver un podólogo deportivo para consultar tus problemas relacionados con el pie, o de manera más general: un problema de la cadera que podría venir del pie. La experiencia de un podólogo puede ser de gran ayuda.
Si no tienes ningún problema, no cambies nada. En ocasiones son los cambios los que pueden provocar el problema, pero recuerda que la prevención es la mejor de las medicinas.
¿Cómo cuidar los pies de un corredor?
Además de consultar a un podólogo deportivo, es crucial seleccionar cuidadosamente unas zapatillas que se adapten a tu tipo de pisada y peso. Un calzado inadecuado puede provocar molestias, lesiones e incluso problemas crónicos. Además, debes asegurarte de utilizar la talla adecuada. Un calzado demasiado ajustado puede causar uñas negras, ampollas y otras lesiones en los pies.
Es importante mantener los pies limpios, secos e hidratados para prevenir infecciones y evitar la sequedad y grietas.