¿Debemos corregir la pronación?
¿Qué es la pronación?
La pronación es un movimiento natural del pie y del tobillo. Cuando el pie entra en contacto con en el suelo y gira hacia dentro, acompañado del movimiento del tobillo, para absorber la onda de choque, es lo que se conoce como pronación.
¿Cómo saber si soy pronador?
Se considera que la pisada es pronadora cuando el contacto inicial del pie con el suelo en el borde externo, seguido por un movimiento hacia adentro del pie. Este patrón de pisada suele reflejarse en un desgaste más pronunciado en el borde externo del talón y el borde interno del antepié en el calzado.
La pronación no se considera una deficiencia en sí misma, sino una adaptación natural del cuerpo para distribuir la carga y adaptarse al terreno al caminar o correr.
¿Necesito corregir la pronación?
Para muchos corredores, y para algunos especialistas, la pronación está asociada a un "defecto" o lesión. Para comenzar debemos destacar que entre los campeones de talla mundial existen corredores con pisada pronadora, lo cual no les impide ganar competiciones, establecer nuevos mundiales y todo ello beneficiando de una excelente salud.
Si no has sufrido una lesión reciente relacionada con la pronación, no necesita corregirla artificialmente o cambiar de zapatilla. Si todo va bien, el cuerpo en movimiento encuentra su equilibrio entre el pie, la cadera, el pecho y los brazos.
¿Si tengo pisada pronadora debo cambiar de zapatillas?
Como decíamos anteriormente, si tu forma de correr no te provoca lesiones, no cambies nada.
Las zapatillas neutras suelen convenir a la mayoría de los corredores, pero si realmente necesitas corrección lo ideal es consultar a un especialista que te aconseje que tipo de calzado se adaptará mejor a tus necesidades y que te haga plantillas personalizadas en caso de que las necesites.
El cuerpo necesita al menos 3 semanas para poder adaptarse a nivel fisiológico. Tras un período de tiempo, podrás retirar las plantillas de forma progresiva, al mismo tiempo que fortaleces los músculos del pie. Para ello puedes andar descalzo, trabajar el equilibrio para mejorar la propiocepción y reforzar los músculos estabilizadores.
Una buena zapatilla es aquella que protege "lo suficiente" el pie del suelo pero que no lo ajusta demasiado y que respeta su movimiento natural. Ten presente, que una zapatilla que pierde sus propiedades originales y que comienza a deformarse puede lesionarte ¡Cámbialas antes que esto ocurra!
¿Cuándo la pronación representa un problema?
La pronación excesiva puede ocasionar problemas en el arco o en la rodilla. A veces el exceso de entrenamiento o la fatiga durante una carrera agotadora no permiten al cuerpo posicionarse correctamente. Esta pronación inhabitual puede causar lesiones.
Otro de los factores que puede tener una incidencia directa, es el uso de un calzado inadecuado: demasiado estrecho o con un talón muy elevado que no permita un buen posicionamiento o movilización de los dedos, elementos primordiales para poder contar con un buen apoyo.
Un podólogo deportivo puede prescribirte unas plantillas que te acompañarán durante algunas semanas o meses. El cuerpo necesita al menos 3 semanas para poder adaptarse a nivel fisiológico. Tras un período de tiempo, podrás retirar las plantillas de forma progresiva, al mismo tiempo que fortaleces los músculos del pie. Para ello puedes andar descalzo, trabajar el equilibrio para mejorar la propiocepción y reforzar los músculos estabilizadores.
Un fisioterapeuta podrá ayudarte en la recuperación de una lesión o en su pre
Para resumir
- No cambies algo que funciona y que no te provoca lesiones
- En caso de lesión, consulta a un especialista
- La pronación puede ser tratada momentáneamente con una plantilla, pero el corredor debe trabajar para reforzar los músculos del pie
- Deja que tu pie se mueva con la mayor naturalidad posible. Si tu pronación es "natural" y no te causa lesiones, busca un par de zapatillas que se adapten a tu mecánica natural
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